Entender las causas de los acontecimientos humanos es en muchos casos, trascendente en la praxis de la educación social. Cuando otorgamos sentido a determinadas conductas podemos predecirlas e, intervenir sobre ellas. Practica integrante de la teoría de la cognición y la percepción social que responde al nombre de; Proceso de atribución.
Consideremos que no poder explicar las razones de una conducta anómala (en una persona cercana o con la que estemos interviniendo), puede causarnos cierto descontrol sobre los acontecimientos. Necesitamos respuestas que expliquen el comportamiento extraño y otorgarle sentido.

Imaginemos que durante unas semana estamos acompañando socioeducativamente a una persona con dificultades. Durante ese tiempo hemos observado una conducta normal, además de cierto avance en su proceso de mejora, pero un día y sin explicación alguna deja de asistir a nuestra consulta, no atiende nuestras llamadas telefónicas y es imposible localizarlo. Es una conducta inesperada y extraña para la que encontramos respuesta.
Nos preguntamos, ¿qué ha pasado?, necesitamos encontrar la razón para esta conducta, si no lo hacemos, lo más probable es que nuestro desconcierto se incremente y nos haga dudar de la idoneidad de nuestra intervención.
En ocasiones encontrar una respuesta no es tarea fácil, las distintas casuísticas no necesariamente serán observables, pueden tener un origen físico o psicológico, en todo caso, necesitamos atribuirle una razón que explique esta conducta anómala.
La Teoría de la Atribución de Weiner (1980), nos puede ayudar.
Weiner señala tres dimensiones atribucionales de la conducta: localización, estabilidad y control y aunque es cierto que en algunos experimentos, no se aprecian todas las dimensiones, si se infiere la existencia de la secuencia temporal; atribución-efecto-acción, que influye en los sentimientos y la conducta derivada.
Posteriormente en sus investigaciones, Hewstone (1989), aprecia otros componentes de atribución que se relacionan con la raza, la profesión, condicionantes de vida, pertenencia grupal, etc., elementos que responden a factores estructurales de tipología social y por lo tanto, condicionados por las interacciones sociales.
Debemos tener presente que nuestras conclusiones, no necesariamente van a ser las correctas (pueden serlas o no), pero el hecho de buscar una explicación, determinará cierta percepción de control sobre el contexto facilitándonos procesos predictivos ante futuros acontecimientos semejantes y, muy importante; reducir su impacto sobre nuestras emociones.
Con frecuencia, nos encontramos con profesionales que atribuyen sus éxitos o fracasos a factores que relacionan con factores internos o externos. Si considera que ha logrado triunfar en su vida o profesión es gracias a méritos propios (inteligencia, esfuerzo, habilidades, etc.), en cambio, los fracasos son atribuidos casuísticas sobre las que no ejerce control (mala suerte, enemigos, la coyuntura y otros).
Son análisis explicativos básicos vehiculados en sesgos, errores e inferencias que buscan respuestas a los acontecimientos que les conciernen pero no comprenden.

Las atribuciones (inferir las causas de los comportamientos), es algo que se realiza constantemente, tienen una importancia significativa en los sentimientos y los procesos relacionales. Ya sean de carácter interno o externo, manifiestan rasgos de la personalidad, los sesgos cognitivos y otros factores que debemos considerar en la práctica profesional.
La realización de correctas atribuciones, nos permitirá no solo predecir las conductas de nuestros educandos, también prever el resultado de nuestras intervenciones. Podemos aplicar el modelo con el que nos sintamos más cómodas/os, pero, considerarla como un instrumento importante en nuestras acciones, ello hará mucho más eficaces.
Cuidaros!!
Bibliografía.
Velo, J. S. (1987). Investigaciones Sobre la Atribucion. II: Las Dimensiones Atribucionales. Revista de psicología social, 2(1-2), 51-60. Disponible en: file:///C:/Users/Jose/AppData/Local/Temp/MicrosoftEdgeDownloads/9788962b-cf9f-44d7-8cff-843e3e89a1f1/Dialnet-InvestigacionesSobreAtribucionesII-2903068.pdf
Montañés, M. C. (2005). Psicología de la emoción: el proceso emocional. Universidad de Valencia, 3. Disponible en: https://www.uv.es/=choliz/Proceso%20emocional.pdf
Weiner, B. (1980). A cognitive (attribution)-emotion-action model of motivated behavior: An analysis of judgments of help-giving. Journal of Personality and Social psychology, 39(2), 186. Disponible en: https://www.mcgill.ca/engage/files/engage/model_of_atributions_weiner_1980.pdf
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