En el post anterior, vimos el proceso de elaboración de la matriz del Marco Lógico para un proyecto de intervención socioeducativo. Además, esbocé la importancia de considerar factores externos que podrían condicionar el éxito de la acción. Elementos que denominamos; hipótesis de trabajo. En esta ocasión, vamos a ver muy resumidamente como trabajar con ellas.
Recordad el ejemplo:

Como podemos observar, esta hipótesis tiene un rozamiento optimista que además, escapa a nuestro control (podría ocurrir o no). Pero en el caso de no ser cierta, deberíamos tener prevista la adaptación de las actividades del proyecto. Para ello, la planificación previa, nos permitirá mantener la acción sin desvirtuar sus líneas base (objetivos, plazos, costes, compromisos, etc.).
Podemos considerar numerosas hipótesis de trabajo (todas deberían ser razonables), pero centrándonos en aquellas que por su especial relevancia, puedan en un momento dado dificultar el desarrollo del proyecto.
¿Como identificamos las hipótesis relevantes?.
En primer lugar deberíamos haber realizado un ejercicio previo de verificación de la realidad social que pretendemos cambiar, es decir, una correcta evaluación inicial del contexto de intervención. De ello ya os escribí hace algún tiempo en: Análisis de necesidades en contextos de intervención socioeducativa . Entre otras razones, es muy importante realizar el proceso de verificación pues de este se desprenderán nuestras hipótesis.

Es necesario considerar que nuestros objetivos e indicadores están condicionados al cumplimiento de las hipótesis de trabajo, por lo que su seguimiento es una tarea importante que no debemos descuidar.
¿Es lo mismo una hipótesis que un riesgo?
En nuestro caso y sintetizando mucho podemos concluir que si, pero cambiando su enunciación. Una hipótesis nos describe un riesgo mediante un enunciado positivo, lo podemos observar en nuestro ejemplo:
«No se incrementará el riesgo de contagio por COVID-19 en la ciudad durante la aplicación del proyecto.”
El riesgo en cambio lo enunciaríamos de la siguiente forma:
«Se incrementará el riesgo de contagio por COVID-19 en la ciudad durante la aplicación del proyecto.”
Realmente lo que hacemos es, identificar diferentes riesgos potenciales (en el proceso de evaluación inicial) reformulandolos positivamente.
No es un proceso fácil, pero es vital realizar esta tarea. Existen diferentes métodos y enfoques para identificar los riesgos y su conversión en hipótesis de trabajo, en la siguiente tabla os describo algunos de los pasos recomendados por el CICR y que me han resultado muy útiles en mi trayectoria profesional. Creo que no hace falta citar que un análisis SWOT (matriz DAFO) es un instrumento fundamental para este proceso.

En la tabla se aprecia que las hipótesis se adaptan a los objetivos mediante la prueba del “si y entonces”. Toda hipótesis debe vincularse a uno de los objetivos específicos que formulamos en la matriz del Marco lógico.
Si las condiciones se cumplen lograremos el resultado previsto. Ejemplo:
Si logramos “fomentar las medidas de protección recomendadas por la OMS mediante el Proyecto de Educación Social de Intervención Comunitaria” Y la hipótesis «No se incrementará el riesgo de contagio por COVID-19 en la ciudad durante la aplicación del proyecto” es cierta, ENTONCES contribuiremos a la meta de reducción del absentismo escolar por temor al COVID-19

Para finalizar, es necesario que tengamos siempre presente que si el imposible modificar nuestra acción para considerar un riesgo potencial muy elevado, deberíamos revisarla pues no resulta viable.
Espero que esta introducción resulte de utilidad. Como siempre, cualquier duda o cuestión, no dudéis en compartirla.
Intentad ser felices.
Bibliografía:
Crespo, M. (2011). Guía de diseño de proyectos sociales comunitarios bajo el enfoque del marco lógico. Caracas.[Internet].
de Desarrollo, B. I. (2004). El Marco Lógico para el Diseño de Proyectos.
Guidelines on Programme/Project Management: The Results-Based Approach (2008)
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