Diferentes investigaciones, han estudiado los mecanismos implicados en la conducta humana. En su origen, estos los estudios se centraron en analizar el comportamiento desde perspectivas economicistas, es decir, el coste-beneficio que nos aporta una elección u otra. Modelos conductuales basados en su mayoría, en procesos de pensamiento racional, que por si solos, no pueden explicar la complejidad del razonamiento.
Es a partir de las observaciones de Herbert Simon (1959), cuando son considerados otros aspectos de carácter más subjetivo y que permiten, afinar en la comprensión del pensamiento humano. Sintetizando mucho, H. Simon junto a otros investigadores, proponen un modelo de procesamiento cognitivo integrado por sistemas:
1).-De elección continua (holístico):
Participa en todas las elecciones que tomamos a diario; el tipo de desayuno, ver la televisión o leer un libro, la hora a la que nos vamos a la cama, etc. Decisiones frecuentes que tomamos sin pensar mucho en ellas, que no alteran significativamente nuestra cotidianidad.
2).-De elección discreta (racional):
Son aquellas decisiones que, por su carácter más permanente en nuestra vida, cobran especial relevancia. Por ejemplo; casarnos, tener hijos, estudiar una carrea, cambiar de trabajo, mudarnos de piso, etc.
Resumiendo, los seres humanos disponemos de un sistema de pensamiento dual que se basa en dos procesos:
Holísticos en el que la intervención de experiencias y emociones nos permiten tomar decisiones rápidas.
Racionales. mucho más reflexivo, en este nivel nuestras acciones son procesadas más lentamente.
En la siguiente tabla podéis observar su funcionamiento:
Adentrarme en los estudios del comportamiento humano, me llevaría mucho tiempo, pero ello no es óbice para introducir -muy brevemente-, el modelo explicativo desarrollado por Rangel, Camerer y Montague, (2008) que nos va a ayudar a comprender como razonamos.
Estos investigadores, nos proponen un arquetipo conductual basado en fenómenos de selección-aprendizaje. Para ellos, existe un mecanismo de ciclo continuo que se retroalimenta de las experiencias anteriores. En el esquema que veis a continuación, podéis observar los cinco procesos cognitivos que intervienen en la conducta humana:
1.- Representación cognitiva del problema o elección sobre el que tenemos que decidir.
2.- Evaluación de las distintas variables y sus posibles consecuencias (Variables internas de carácter cognitivo y las externas relacionadas con el contexto).
3.- Selección de la acción que se va a llevar a cabo.
4.- Evaluación de los resultados obtenidos con la acción. (Se produce reforzamiento positivo si la elección es acertada y/o reforzamiento negativo en el caso de que nos equivoquemos).
5.- Proceso de aprendizaje (ciclo).
Bien, pero, toda esta información ¿para que nos sirve?
Esencialmente, saber como pensamos, nos ayudará a corregir o modificar conductas que, aun sabiendo que nos están perjudicando, no sabemos como evitarlas: manías, adicciones, comportamientos compulsivos, tics, etc..
Contamos con diferentes técnicas que nos pueden ayudar para eliminar o reducir una conducta indeseada. En esta ocasión, os voy a instruir en una herramienta que me parce muy eficaz; el entrenamiento en autocontrol, pero antes, es importante que conozcáis uno de los principios que intervienen en las tareas de modificación conductual; el efecto Premack.
Este principio sostiene que:
“Si una conducta despierta poco interés en nosotros, probablemente no la llevaremos a cabo espontáneamente. Pero, si por cualquier razón la realizamos, y ello nos posibilita realizar otra muy gratificante, con toda probabilidad la primera conducta la repetiremos.
Un ejemplo:
Los ruidos y aglomeraciones nos disgustan, evitamos ir a lugares con mucho bullicio. Pero un día, un amigo nos invita a un concierto de rock en el que va intervenir nuestro grupo musical favorito. No sin cierta desgana, decidimos aceptar la invitación. Una vez allí, nuestros sentidos y emociones se desbordan agradablemente. Este ambiente desconocido para nosotras/os, nos permite relacionarnos con personas que comparten nuestros gustos y apetencias, consolidar sanas amistades que perduran mucho tiempo después en contextos diferentes.
Ir al concierto de rock, no nos apetecía en absoluto, pero, nos ha aportado un valor añadido positivo (conocer nuevos amigos). La experiencia ha resultado tan gratificante, que, con toda probabilidad, la repetiremos en más ocasiones.
Este fenómeno, nos muestra la potencia de un valor cognitivo denominado reforzamiento. Este puede ser positivo o negativo, pero en todo caso, siempre incidirá en nuestra conducta (la repetiremos o la eliminaremos de nuestro repertorio).
El principio Premack junto con la ley de igualación deRichard J. Herrnstein (1961, condujeron a otros modelos explicativos de la conducta que podéis consultar en la bibliografía que os relaciono.
Pero como es citado anteriormente, en este caso, me interesa especialmente que conozcáis una herramienta de modificación de la conducta que se basa en el efecto motivacional del reforzamiento.
Con el entrenamiento en autocontrol, podremos trabajar por nuestra propia cuenta en la extinción de una conducta no deseada. Os esbozo la técnica conforme a la estructura procesal que el profesor Maldonado López, A. (2015), propone en su publicación:
1.- Autobservación. Proceso mediante el cual se cobra consciencia y se detallan las conductas problema, (frecuencia, momentos de ocurrencia, grado de afectación cognitiva y emocional asociado a ellas).
2.-Autorregulación. Inicio del mecanismo de modificación conductual. Se suelen utilizar cuatro técnicas que ayudan en el proceso:
a) Técnica de Compromiso Previo. Elementos motivacionales que facilitan el proceso de cambio, (crear un hábito saludable, formularlos un compromiso, etc.).
b) Control de Estímulos. Relación de aquellos elementos que ayudaran a incrementar el control de la conducta. (Evitación de la situación de riesgo, exposición, etc.).
c) Técnicas de respuestas incompatibles. Reducción del comportamiento impulsivo. Técnicas para recuperar el control de la conducta. (Realización de actividades incompatibles con la conducta problema).
3.-Control cognitivo. Reforzamiento positivo. Prever los beneficios que se obtendrán al eliminar la conducta o el hábito no deseado).
4.- Autorreforzamiento. Reforzamiento diferencial, consistente en premiar la conducta autocontrolada y castigar la respuesta impulsiva. Esta técnica es esencial para reducir la presión del contexto.
En el video que os enlazo, podréis observar con más detalle el proceso. La conducta problema que trato en la presentación es la nomofobia (dependencia al teléfono móvil), pero el procedimiento es válido para cualquier otro tipo de adicción.
Un cordial abrazo.
Bibliografía.
Epstein, S. (1994). Integration of the cognitive and the psychodynamic unconscious. American psychologist, 49(8), 709.
Evans, J. S. B., & Stanovich, K. E. (2013). Dual-process theories of higher cognition: Advancing the debate. Perspectives on psychological science, 8(3), 223-241.
Herrnstein, R. J. (1961). Relative and absolute strength of response as a function of frequency of reinforcement. Journal of the experimental analysis of behavior, 4(3), 267.
Maldonado López, A. (2015). Aprendizaje humano y pensamiento. Aprendizaje humano y pensamiento, 1-286.
Rangel, A., Camerer, C., & Montague, P. R. (2008). A framework for studying the neurobiology of value-based decision making. Nature reviews neuroscience, 9(7), 545-556.
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