(2). El modelo de diagnóstico de necesidades que utilicemos, dependerá en gran medida del ámbito de intervención.
Nos encontramos con propuestas diversas diseñadas especialmente para contextos sociales, sanitarios, educativos, etc. , en todo caso, este proceso nos mostrará una representación simplificada de un fenómeno o realidad.
Esta imagen, nos permite delimitar dimensiones y orientar estrategias. La realidad explicada que deberemos concretar en nuestro diseño socioeducativo, necesariamente sufrirá cambios durante su vida útil y ello, nos permitirá considerar otros procesos de diagnostico.
En Educación social, son frecuentes la utilización de tres modelos socioeducativos para el diagnostico de necesidades:
1.- Cembranos et alt (2006).
Concibe una realidad construida, por lo que es posible transformarla. La realidad es diversa y múltiple, además, compartida en sus contextos sociales y momentos específicos.
Esta concepción requiere de un proceso metodológico especifico:
- Instrumental, se dirige a intervenir sobre la realidad.
- La acción está orientada hacia el cambio social.
- La metodología es participativa implicando a todos los agentes intervinientes. Esta complicidad facilita el autodiagnóstico (que ya es una acción en si mismo).
- El proceso debe ser comprensible y accesible para la comunidad (consideremos que es la principal fuente de la información).
Supone un acercamiento crítico de la realidad del contexto social, útil para el fomento de la creatividad y la formulación de otras realidades posibles.
La descripción se basa en lo que existe, en sus elementos estructurales, también en los que no están visibles y los recursos disponibles. Este proceso de estudio requiere del consenso en la significación de los objetivos.
Lo que se piensa sobre lo que hay, es una percepción social que se desprende del conocimiento del valor que se otorga a la propia realidad. Visión legitimada que va a determinar nuestro posicionamiento de partida y las acciones a emprender.
2.- Witkin y Altschuld (1996).
Integrado por tres fases.
La fase preevaluativa orienta el diseño de la evaluación.
La fase evaluativa, representa nuestra respuesta y puesta en marcha de nuestra la planificación. En esta fase se integra la documentación de las necesidades identificadas, las magnitudes y causas. Deben quedar claramente expuestas las prioridades de intervención y sus criterios.
La fase postevaluativa, planifica la acción en base a la atención prioritaria de las necesidades. Comprende el estudio de soluciones, valoración del diagnóstico y la comunicación de los resultados.
3.- Para Pérez-Campanero:
El reconocimiento parte de la identificación de las situaciones desencadenantes. Este modelo trabaja con instrumentos para la recogida de información adecuados al proceso, selección de las fuentes y la conformación de un grupo colaborador.
La fase de diagnóstico se basa es la descripción de la situación real y la deseable, analiza las potencialidades, las causas de las discrepancias, los sentimientos implicados. Es necesario definir el problema en términos de carencia y necesidad. En esta fase se toman decisiones, se prioriza, se buscan soluciones y se planifica la acción.
Propone por ello, un diseño flexible que no implica un orden inflexible para iniciar el proceso. La descripción implica la reconstrucción de la realidad estudiada, los elementos que la configuran, lo que llama la atención, lo que parece oculto, los recursos existentes, etc.
Búsqueda de significación respecto a los que se piensa hacer, y en las carencias (lo que no hay): toma de conciencia de la realidad, lo que no implica su proyección hacia el futuro.
La percepción social emana de lo que se piensa sobre lo que hay, conociendo el valor y las posibilidades que la comunidad otorga a su propia realidad. El discurso colectivo sobre la realidad se convierte en objeto de análisis pues, determina el posicionamiento y la acción y la posibilidad de cambio. Versión de la realidad legitimada.
Las anteriores propuestas comparten elementos comunes en su proceso metodológico:
Otros modelos:
Las alternativas que se proponen tras el diagnostico, son otros imaginarios de realidad, en definitiva, nos preguntamos que es lo que podemos CAMBIAR y en que podemos MEJORAR. La construcción de estas realidades poseen un alto componente creativo y de complicidad comunitaria.
La transformación de la realidad, entraña serias dificultades, la disparidad de criterios e intereses junto con cierta creencia asumida de que lo existe es lo único posible, son obstáculos que deben ser superados.
En próximo post, abordaré los distintos enfoques paradigmáticos en el diagnóstico de necesidades.
BIBLIOGRAFÍA:
Aguilar, M.J. & Ander-Egg, E (2001). Diagnóstico social. Conceptos y metodología. México: Humanitas
Cembranos, Montesinos y Bustelo (2006). La Animación Sociocultural: una propuesta metodológica. Madrid: E.
Popular (Cap. II Pág. 23-45).
Hernández, S. Pozo, C. & Alonso, E. (2004). La aproximación Multimétodo en evaluación de necesidades.
Apuntes de Psicología. 22(3). 293-308.Llorente, M. T. P., & Pérez, H. S. (1999). Tendencias conceptuales y metodológicas en la evaluación de necesidades. Revista de investigación Educativa, 17(2), 349-357.
Pérez Campanero, M.P. (2000) Cómo detectar las necesidades de intervención socioeducativas. Madrid: Narcea.
Rubio, Mª. J. y Varas, J. (2004) Análisis de la realidad en la intervención social: Métodos y Técnicas de investigación. Madrid, C.C.S.
Ruiz, C, (2008). El enfoque Multimétodo en la investigación social y educativa. Una mirada desde el paradigma de la complejidad. Revista de Filosofía y Socio Política de la Educación. 8, 13-28.
Vargas L. Bustillos G y Marfan M. Técnicas participativas para la educación Popular. Madrid, EditorialPopular.
Witkin, B. R. & Altschuld, J. W. (1995). Planning and Conducting needs assessments. A practical guide. London: SAGE.
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