El fenómeno migratorio es una realidad consolidada desde el siglo XIX. Diversos factores socioeconómicos, políticos y culturales han impulsado el desplazamiento humano, convirtiéndolo en un tema merecedor de estudios científicos. Estos estudios no solo buscan explicar sus causas desencadenantes, sino también los efectos tanto en los países emisores como en los receptores.
Existen numerosas teorías que intentan explicar las migraciones, pero no hay un consenso unánime sobre sus desencadenantes. Cada teoría ofrece una perspectiva distinta sobre el fenómeno, dependiendo de su punto de partida. La Teoría de las Instituciones integra los patrones esenciales que justifican las tesis de este artículo, especialmente cuando relacionamos el fenómeno migratorio con el balance “coste-beneficio” para el migrante. Esta teoría muestra cómo el apoyo institucional disponible para los inmigrantes en el país de acogida facilita su permanencia y reduce el riesgo del desplazamiento, aunque no abarca todos los factores del proceso migratorio.
Organizaciones No Lucrativas en España (ONL’s)
Es fundamental comenzar definiendo el Sector No Lucrativo (ONG’s, Fundaciones, Instituciones, Organizaciones de la Sociedad Civil, etc.), así como el espacio social que ocupan en sus respectivos campos de intervención. Los estudios sobre el Sector No Lucrativo en España a menudo carecen de un análisis científico profundo y se centran en aspectos concretos y básicos. El estudio de referencia es el elaborado por la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, USA, en 1995, financiado por la Fundación BBVA, titulado “La Sociedad Civil Global. Las dimensiones del sector no lucrativo”.
En este estudio, los autores identifican una carencia de una definición conceptual clara en España, una falta de perspectivas históricas que impide la aportación de datos estadísticos precisos y una cierta inconcreción jurídica que dificulta establecer un estándar viable. Los autores proponen una definición instrumental que aclara los conceptos confusos y permite un análisis preciso del Tercer Sector. Establecen cinco rasgos esenciales que determinan la pertenencia de una institución al Tercer Sector:
- Organización formal: Una realidad institucionalizada con estructura interna, objetivos formales y estables, y una distinción clara entre socios y no socios.
- Carácter privado: Separada institucionalmente de las formas de gobierno territorial (Estado, Autonómico, Municipal), aunque puede recibir apoyo público y tener funcionarios en sus órganos de gobierno.
- Ausencia de ánimo de lucro: Su finalidad no es la obtención de beneficios económicos; si los obtiene, deben reinvertirse en la consecución de sus objetivos.
- Autocontrol institucional: Capacidad de autogobierno y autonomía suficiente.
- Participación voluntaria: Un alto grado de participación voluntaria, aunque pueden existir cuadros de apoyo remunerados. La participación voluntaria no debe ser impuesta por agentes externos.
Además, el estudio clasifica las organizaciones en doce tipos según su actividad fundacional: cultura, deporte y ocio, educación e investigación, salud, servicios sociales, medio ambiente, desarrollo comunitario y vivienda, derechos civiles, intermediarios filantrópicos, actividades internacionales, asociaciones profesionales y mutualidades de previsión social.
Atendiendo a estos rasgos, concluimos que el Tercer Sector se aplica a aquellas entidades organizadas situadas entre la economía pública y capitalista, cuyo fin no es el ánimo de lucro y que se basan esencialmente en la participación voluntaria. Existen otras interpretaciones del término Tercer Sector, pero los especialistas coinciden en dos rasgos esenciales: una economía plural, diferenciada del sector público y capitalista, y una actuación en pro de un desarrollo social y económico inclusivo.
El sector no lucrativo, supera en términos de empleo a muchas industrias del país, incluidos sectores como los de transportes y comunicaciones; alimentación, bebidas y tabaco; metalurgia; industria textil, las industrias químicas.
En 2022, el Tercer Sector en España sigue siendo un componente vital de la sociedad, con datos actualizados que reflejan su impacto:
Empleo y Presupuesto:
Según el último Barómetro de entidades no lucrativas – Tercera edición de la Fundación Deloitte de Junio de 2022: https://www.fundaciondeloitte.com/wp-content/uploads/2022/06/Barometro-Fundacio%CC%81n-Deloitte-202205.pdfEl Tercer Sector en España concentra más de medio millón de puestos de trabajo, lo que representa una parte significativa del empleo en el país.
Los ingresos generados por estas organizaciones representan el 1,41% del producto interior bruto (PIB) en proyectos de acción social.
Un 57% de las Entidades No Lucrativas (ENL) consultadas en 2022 indicó que cuenta con menos de un millón de euros anuales de presupuesto, lo que dificulta impulsar nuevos proyectos para mejorar la vida de las personas.
La mayoría de las organizaciones del Tercer Sector en España tiene menos de 10 empleados, mientras que las entidades muy grandes (con más de 25 millones de euros de presupuesto) representan solo el 6% de la muestra total y tienen una plantilla de más de 250 colaboradores.
Ingresos y Gastos:
Las entidades no lucrativas se muestran optimistas en cuanto a los ingresos. Un 64% espera que sus ingresos aumenten durante 2022, y un 49% cree que los fondos públicos también aumentarán.
En términos de gastos, la ejecución de programas canaliza el 71% del presupuesto total, seguida del área de estructura y gestión (19%) y la comunicación y marketing (9%).
Solo una de cada cuatro entidades espera recibir capitalización por parte de los Fondos Next Generation.
Trabajo en el Tercer Sector:
La alta formación y especialización de los colaboradores es fundamental. Tras la pandemia, un 56% de los empleados de las entidades no lucrativas ha vuelto a la oficina, un 25% se adapta a un modelo mixto y solo un 19% opta por el teletrabajo de forma permanente.
Los departamentos de comunicación, marketing y captación de fondos representan solo un 15% del total promedio de las plantillas.
En 2022, 528.000 personas trabajan como asalariadas en el Tercer Sector de Acción Social en España. Esto representa el 3,2% del total de empleados asalariados en el país y el 30,1% del empleo en el sector de actividades sanitarias y servicios sociales. Aunque el sector tiene una gran dimensión humana, la calidad del empleo sigue siendo un reto: aproximadamente la mitad de los trabajadores tienen contratos a tiempo parcial y más del 25% trabajan de forma temporal.
Entidades de Economía Social
En España, existen disposiciones legales que regulan el marco jurídico de estas entidades o de aquellas sin ánimo de lucro, destacando especialmente la Ley 5/2011, de 29 de marzo, de Economía Social.
Su artículo 2 establece que “se denomina economía social al conjunto de las actividades económicas y empresariales que, en el ámbito privado, llevan a cabo aquellas entidades que, de conformidad con los principios recogidos en el artículo 4, persiguen el interés colectivo de sus integrantes, así como el interés general económico o social, o ambos”.
El artículo 5 menciona que forman parte de la economía social las cooperativas, mutualidades, fundaciones y asociaciones que realicen actividades económicas, así como las sociedades laborales, empresas de inserción, centros especiales de empleo, cofradías de pescadores, sociedades agrarias de transformación y entidades singulares creadas por normas específicas que se rijan por los principios establecidos en el artículo anterior. Además, existen leyes que desarrollan el sector no lucrativo; en el caso de Andalucía, se encuentra la Ley 4/2006, de 23 de junio, de Asociaciones de Andalucía.
Tercer Sector de Acción Social
Dado que el tema es amplio y complejo, nos centraremos especialmente en aquellas organizaciones que integran el Tercer Sector de Acción Social (TSAS), es decir, colectivos de ciudadanos organizados, instituciones, fundaciones y entidades sin ánimo de lucro que operan en nuestro país en el ámbito de los servicios sociales y la defensa de los derechos humanos. Estas actividades están especialmente ligadas al fenómeno migratorio.
Las entidades de Acción Social operan principalmente en tres ámbitos: la promoción de los derechos, la atención a las necesidades básicas sociales y el fomento de la participación ciudadana.
Bibliografía
Salamon, L. (1999). La sociedad civil global: las dimensiones del sector no lucrativo. Bilbao: Fundación BBVA.
Zurera, M. P. (2011). Las empresas de la economía social: más allá del comentario a la Ley 5/2011, de economía social. Marcial Pons.Ley 4/2006, de 23 de junio, de Asociaciones de Andalucía
Imagen generada con DALL-E3