Con la acción afirmativa, procuramos encontrar soluciones a las diferencias representativas. Deseamos reconocer la diversidad cultural, la clase social, profesional. Buscamos recorridos que permitan el incremento de la representatividad para la igualdad de oportunidades para todos y con ello evitar el sesgo diferencial ellos-nosotros.
Desgraciadamente, podemos observar como una buena parte de los politos, periodistas, opinadores y otros “influencers” presentes en la iconosfera mediática, esbozan sus argumentos con contundentes tratos diferenciales.
Unos y otros justifican sus opiniones y actos en razón a la percepción subjetiva de privación relativa grupal que tienen respecto a los que no compartimos sus tesis, (somos unos ignorantes, desconocemos la raíz de la problemática, demasiado viejos o jóvenes para comprender, etc.).
Opiniones y argumentos defendidas por sus afines y denostadas por sus contrarios, pero todos armados con recursos simplistas y violencia discursiva que, repetida una y otra vez nos llega a aburrir. La defensa de sus posicionamientos se reviste de una idiotez ejemplar.
Las actitudes de estos “paladines defensores de la verdad” quiebran todo atisbo para la reducción de brechas generacionales, educativas, económicas, laborales, etc, procurándose un trato preferencial entre ellos.
Por sus juicios de valor los conoceréis.
Bibliografía:
- Díaz-Romero, P. (Ed.). (2005). Chile: acción afirmativa: hacia democracias inclusivas. Fundación Equitas.
- Scandroglio, B., Martínez, J. S. L., & Sebastián, M. C. S. J. (2008). La teoría de la identidad social: una síntesis crítica de sus fundamentos, evidencias y controversias. Psicothema, 20(1), 80-89.
Deja una respuesta