El término de salud expuesto en el preámbulo de la constitución de la OMS, es especialmente interesante para los profesionales de la Educación social.
La OMS define la Salud como:
“El estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Según la institución, la salud se asienta en la sumatoria de tres dimensiones.
- Salud física.
- Salud mental.
- Criterios sociales.
El grado de salud (mayor o menor), será proporcional a la concurrencia de esos tres elementos.
Es importante observar como este concepto, al igual que la educación social, entienden a los seres humanos como unidades multidimensionales que requieren para su funcionamiento armonioso de adecuados soportes sanitarios, pero también cognitivos y sociales. Cualesquier alteración grave en esa estructura sociosanitaria desencadenara riesgos para la salud.
Además para la educación social el normal desarrollo personal de los individuos, requiere de contextos sociales favorables.
La salud para la OMS no es un concepto acabado pues evoluciona paralelamente al desarrollo de las sociedades. Esta flexibilidad conceptual es muy importante para el descubrimiento de nuevas necesidades y demandas sociales.
La educación social en sus intervenciones en el campo de la salud, realiza sus diagnósticos considerando:
“La ausencia de salud, puede ser debida a problemáticas diversas que no necesariamente tendrán una relación-efecto con una enfermedad”.
“La presencia de una enfermedad no explica por si sola una merma en la salud”.
“Una buena salud requiere de la concurrencia de adecuados condicionantes sociales”.
“Las respuestas a las distintas patologías que alteren la salud, deben ser resueltas por las disciplinas profesionales competentes en cada área de conocimiento”.
El/la educador/a social comparte la dimensión social de salud de la OMS y reconoce el contexto social como su lugar de intervención competencial y es en este en el que articula sus acciones.
El desarrollo de la práctica profesional permite a los/as educadores/as sociales la obtención de valiosas experiencias en investigación y análisis de los múltiples fenómenos sociales que incididen en la salud; pobreza, marginalidad, problemáticas socioeducativas, familia, adiciones, etc.
Las intervenciones no son asépticas pues requieren de implicación social y potente compromiso con la persona además, conscientes de la responsabilidad contraída por sus acciones en contextos especialmente sensibles, actualizan sus conocimientos y participan en continuos procesos de capacitación. Sus intervenciones pedagógicas son resolutivas.
La educación social en los dispositivos de salud.
Los Servicios de Salud pública distribuidos territorialmente en sus distintos niveles (atención Primaria, Especializada y Hospitalaria) diseñan sus dinámicas funcionales y prestaciones, atendiendo a las dotaciones presupuestarias disponibles, por lo que alcance de sus intervenciones es proporcional a los recursos económicos, esto explica las diferencias asistenciales entre Comunidades autónomas.
El concepto de salud de la OMS está presente en el imaginario estratégico de las autoridades de Salud pública pero, las políticas de austeridad económica lo deconstruyen parcialmente debilitando uno de sus pilares; el bienestar social. Las insuficientes dotaciones económicas se orientan especialmente a la atención de la dimensión física de salud.
En los países con mayores inversiones en políticas de protección social, el desarrollo multidimensional de la salud posee mayor alcance, también sucede en algunos ámbitos territoriales del territorio español; País vasco y Navarra.
A modo comparativo podemos consultar el informe estadístico de Eurostat correspondiente al gasto social por países en el año 2017.
Del informe se desprende que España invierte en protección social un 24,7% de su PIB, cinco puntos por debajo de la media europea, salvo Rumania y Lituania (15% del PIB) todos los demás países superan en más de cinco puntos a España (incluidos Grecia y Portugal).
- Francia (33,9%).
- Dinamarca (32,3%).
- Finlandia (31,6%).
- Bélgica (30,4%).
- Austria (30,2%).
- Países Bajos (30,2%).
- Italia (30%).
La tabla, nos muestra con detalle la fortaleza de los sistemas de protección social de cada estado europeo.
Acciones sociales en los centros sanitarios.
En nuestro país algunos de los dispositivos de salud más cercanos a la ciudadanía; Unidades de Gestión Clínica, Centros de salud y Consultorios, intentan paliar las carencias con intervenciones esporádicas que abordan problemáticas de trascendencia social, acciones relacionadas con la violencia de género, consumo de medicamentos, adicciones, hiper-frecuentación sanitaria, educación para la salud, sexualidad, etc., realizadas por sus profesionales, especialmente personal de enfermería y de carácter voluntario.
Este tipo de intervenciones no suelen estar presentes en las carteras de servicios de los Centros de salud pues en un gran número presentan una tipología de proyectos de intervención sujetos a la disponibilidad económica de los Distritos sanitarios (referentes directivos).
Desgraciadamente el educador social no está presente en los cuadros profesionales de estos Centros sanitarios, razones económicas y otras prioridades esbozadas anteriormente, dificultan el descubrimiento su utilidad en la resolución de problemáticas sociosanitarias.
La integración del Educador social en los equipos multidisciplinares de los dispositivos sanitarios permitiría la articulación de importantes intervenciones que complementarias, añadiendo valor a las acciones de salud pública.
Es ilustrativa e interesante la defensa que de la figura del educador social realiza Albert (2013), y aunque se centra en el campo de la Salud Mental Comunitaria:
“El educador social como un agente capaz de acoger tanto la singularidad de cada persona, como la diversidad de disciplinas y saberes fragmentados para producir un trabajo cuidadoso en el marco de las problemáticas emergentes contemporáneas puede resultar un valioso instrumento de complementariedad de servicios públicos”.
Para Albert, el Educador social es un agente significativo que posibilita el tratamiento de las diversas problemáticas sociocomunitarias desde una perspectiva integral pues, aporta conocimientos y saberes específicos que permiten entender las diversas especificidades de lo sujetos, articulando un mejor desarrollo asistencial de la salud según el concepto de la OMS (física, mental, social).
Dado que la educación social cobra especial relevancia en la salvaguarda y recuperación de la salud pública, es un actor relevante que incorporada en los dispositivos sanitarios, que además de participar en la transmisión de conocimientos científicos, articulará intervenciones que permitirán mejorar los instrumentos de atención sociosanitaria.
Por referir algunas:
• Acompañamiento asistencial.
• Educación para la salud
• Fomento de la participación sociocomunitaria.
• Proyectos de intervención con jóvenes y mayores.
• Discapacidad (diversidades funcionales, físicas, sensoriales, cognitivas).
• Toxicomanías.
• Salud Mental.
• Exclusión social.
• Educación medioambiental.
BIBLIOGRAFÍA:
Alber, C. S. (2013). La figura del Educador Social en el campo de la Salud Mental Comunitaria: el amor por la pregunta y la construcción del caso en red. Norte de Salud mental, 11(45).
Arendt, H. Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios sobre la reflexión política. Ediciones Península. (1954-1968).
Caride, J. A. (2002). Construir la profesión: la Educación Social como proyecto ético y tarea cívica.
Conde Gómez, F. (2014). Enfermedad mental y rehabilitación psicosocial. El” recovery” un nuevo propósito de intervención. El papel de la Educación Social.
Moreno, Gustavo Alcántara. “La definición de salud de la Organización Mundial de la Salud y la interdisciplinariedad.” Sapiens. Revista Universitaria de Investigación 9.1 (2008): 93.
Romaní, J. R. (1998). Concepto, formación y profesionalización de: el educador social, el trabajador social y el pedagogo social: un enfoque interdisciplinar e interprofesional. Nau Libres.
El educador social. Murcia: Universidad de Murcia. ISBN, 84(7684), 483.
Sedano, A. M. (1994). El educador social: profesión y formación universitaria: Semana de Educación Social. Editorial Popular.
WEBGRAFIA:
http://www.eduso.net/red/codigo.htm
http://www.eduso.net/archivo/docdow.php?id=143
http://aieji.net/wp-content/uploads/2010/12/Professional-competences-ES.pdf
http://www.who.int/es/
https://europa.eu/european-union/documents-publications/statistics_es
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