Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs).
No existe una única definición de TICs, (Tecnologías de la Información y la Comunicación), pero la siguiente suscita bastante consenso:
Procesos de innovación tecnológica que utilizan la informática computarizada (equipos y programas), y las redes de propagación (cables y espacios radioeléctricos), para almacenar y transmitir en tiempo real importantes volúmenes de información.
Los elementos que las integran facilitan la interacción entre personas, además tienen un papel relevante en la promoción y desarrollo de la ciencia dado que contribuyen al acceso y fortalecimiento universal del conocimiento.
Tiene un componente facilitador de la práctica educativa considerable tal y como apunta Romaní:
[…], las TICs elevan la calidad del proceso educativo, derribando las barreras del espacio y del tiempo, permitiendo la interacción y colaboración entre las personas para la construcción colectiva del conocimiento, y de fuentes de información de calidad (aprendizaje colectivo), como por ejemplo Wikipedia, y el desarrollo de los individuos gracias a que les permiten el acceso a dichas fuentes… (Romaní, 2011, p.70).
La globalización tecnológica ha propiciado el desarrollo de las redes digitales y nuevos métodos de interacción social, algo especialmente útil para las personas de mayor edad.
Las TICs, están presentes en una gran parte de nuestra vida cotidiana, Barroso et al., (2002), y la falta de competencias tecnológicas son una dificultad que en el caso que nos ocupa, incrementa la brecha generacional.
Es razonable imaginar que hoy no podríamos desligar el grado de bienestar de los procesos tecnológicos. Los avances tecnológicos propician mejoras económicas, innovación y cotas de bienestar. Moya (2016).
Para las generaciones más jóvenes el uso de los elementos tecnológicos no presenta mayor complejidad, pues son hijos de la denominada era digital que prácticamente lo ocupa todo. Sin embargo la problemática se presenta para las generaciones de personas mayores, que con bastante frecuencia, se encuentran perdidos en un complejo mundo tecnológico que eles sitúa en la denominada frontera o brecha tecnología (Agudo, 2012).
La brecha tecnológica puede derivar a situaciones de desigualdad y desventaja.
Esta problemática no solo afecta a los que no tienen acceso a los elementos tecnológicos también a aquellos que, aun disponiendo de los mismos, no pueden utilizarlos por falta de conocimientos.
La Comisión Europea en su Informe FAST (1986)(1), ya advierte del riesgo de la innovación tecnológica si no es acompañada paralelamente de procesos de innovación social pues puede favorecer aún más la división social.
El EGM(2) (Estudio General de Medios), incide precisamente en lo anterior ofreciendo un dato especialmente relevante del uso de Internet en España. Así, en la encuesta de noviembre de 2016, se desprende que solo un 9,2% de los usuarios de internet tiene una edad superior a los 65 años. Se observa que aun siendo accesible para una gran parte de los ciudadanos, no es utilizado especialmente por las personas mayores. Es relevante que a fecha de hoy, más de seis millones (3) de personas en nuestro país no utilizan la principal fuente de acceso a la información y la comunicación.
Educación social y alfabetización tecnológica.
Esta realidad requiere de iniciativas de alfabetización tecnológica en la educación social tiene un papel relevante pues propuestas de intervención están dotadas de estrategias reparadoras.
Se integran mecanismos de sensibilización que relacionan:
- Tecnología y bienestar.
- Tecnología y salud.
- Tecnología y educación.
- Tecnología y vivencias personales.
- Tecnología y relaciones.
Planificación estratégica.
La Educación social utiliza la planificación estratégica como un recurso esencial para la obtención de sus objetivo, Viché González (2010) la define como:
La combinación de técnicas, instrumentos y acciones que una organización aplica para alcanzar sus objetivos (p. 18). Además; la estrategia (…) no es una técnica segura y objetivable (p.18), dado que las múltiples y variadas posibilidades y acciones de respuesta, cambian en función de la interactuación de los actores implicados.
Las estrategias son diversas, debemos interactuar interpretando la realidad social que nos permita la articulación de herramientas pedagógicas idóneas.
Estrategia de integración
Las acciones socioeducativas no son excluyentes por lo que debemos apostar por el uso de herramientas pedagógicas que permitan visualizar las potencialidades, intereses y objetivos personales de nuestros educandos. Promovemos la integración de todas y todos acomodando las intervenciones a los diferentes ritmos de aprendizaje y aceptando las posibles limitaciones.
Estrategia de autoestima
La autoestima presupone ser consciente de las propias limitaciones, con ello se ajustan las expectativas de desarrollo personal. Se incorporan técnicas favorecedoras de la autoestima e incremento del sentimiento de pertenencia grupal.
Estrategia colaborativa
Diseño de protocolos colaborativos de representación solidaria grupal, pues las acciones se desarrollaran cooperativamente, con trazos de relaciones transversales de colaboración y ayuda mutua.
BIBLIOGRAFÍA:
(1).Extraído de COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS (1986): Europa 1985. Nuevas Tecnologías y cambio social (Informe FAST). Fundesco. Madrid.
(2). Extraído de Audiencia de internet. EGM octubre-noviembre de 2016.
(3). Dato calculado del informe INE PADRÓN de 2015 sobre el número total de personas mayores en España.
Citas, ver bibliografía.
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