En los últimos años, abunda la proliferación de iniciativas destinadas a los segmentos poblacionales de más edad, en su mayoría, procuran paliar el deterioro físico y cognitivo de estas personas estimulando la actividad física y lúdica. En todo caso, responden a acciones centradas -en su mayoría- en la promoción de las potencialidades creativas y motivacionales.
Estas intervenciones suelen atender los determinantes paradigmáticos de cada disciplina profesional, por lo que sus metodologías, objetivos, recursos y herramientas son muy variadas y adaptadas según los criterios funcionales de su soporte académico. Desgraciadamente en ocasiones, no están muy claras las líneas competenciales y de conocimientos de los actores responsables de la acción, repercutiendo en su calidad y efectividad. De ello somos muy conscientes las/los educadores sociales ¿verdad?.
Pero independientemente de lo anterior, las recientes investigaciones destacan la utilidad de estas intervenciones para el incremento de la independencia física y la mejora de la salud en general. Estos estudios, además, apuntan a su incidencia en cierto freno del deterioro cognitivo. Carrascal y Solera (2014).
Los proyectos destinados a los mayores, mejoran los efectos sobre su salud y las capacidades tanto psicológicas como físicas y sociales”. Pinto et al 2009.
Además de lo anterior, es importante considerar que las personas de mayor edad, presentan un recorrido vital lleno de contenidos y experiencias (parte esencial de su “equipaje»), que no deberíamos obviar pues, son un eje importante sobre el que podremos vertebrar nuestros proyectos.
Tengamos presente que, con enfoques de solidaridad intergeneracional, la participación, colaboración y asistencia mutua (familia y entorno), cobra una especial relevancia y ello, nos permite orientar nuestra intervención con perspectivas de envejecimiento activo y saludable.
Futuro de todos y no solo de las personas mayores. Rodríguez, M. C., & Figueroa, C. V. (2015).
Recordemos la definición sobre el envejecimiento activo y saludable de la OMS:
«Proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” (O.M.S, 2002:79). 3“
Desprendemos de lo anterior que, el bienestar de las personas mayores, integra todos los aspectos que se relacionan con su adaptación al entorno y sus estados subjetivos resultantes. Campos, F. R. (2001).
En nuestro caso, al configurar la acción atendiendo y centrado en el contexto de desarrollo:
- Favorecemos la participación intergeneracional.
- Intervenimos atendiendo especialmente a las respuestas y a los fenómenos basados en las experiencias. Mañas, I. (2007).
Deseamos desmontar la imagen negativa de la vejez asociada a la dependencia, la enfermedad, la falta de vigor y la pasividad (sesgos edadistas).

Viejismo:
“Estereotipos y prejuicios de la vejez que conducen a que los viejos sean, la mayor parte de las veces, marginados y considerados por útiles o inútiles en el medio familiar; desamortizados psicosocialmente”
ajardo-Ortiz, G., & Olivares-Santos, R. A. (2008):
Con nuestra propuesta intergeneracional, trazamos espacios motivacionales que favorecen la salud físico-cognitiva, pero también:
- Promovemos el acercamiento de los más jóvenes a los fenómenos socio-culturales que han conformado los actuales entramados sociales, fuente de enriquecimiento mutuo.
Estas dinámicas de reconocimiento intergeneracional, permiten que afloren procesos comparativos de las distintas estructuraciones sociales y modelos socioculturales diversos.
Con ello:
- Se producirán efectos cognitivos beneficiosos.
- Se descubrirán nuevas fuentes de información sociocultural enriquecedora. (Luna y Carreño, 2005).
En próximas publicaciones os propondré una intervención basada en la recreación de breves relatos autobiográficos a modo de Historias de vida.
Durante el ejercicio de evocación, la persona mayor centrará su mente en los recuerdos y los acontecimientos de impacto vital. Proceso de introspección personal que, compartido, ayudará a incrementar la autoestima y mejorará el estado de salud general. Además, como efecto beneficioso para las generaciones más jóvenes participantes, una mejor comprensión de los contextos socioculturales de pertenencia.
“Miramos con los ojos de cuerpo, pero vemos también, o quizá, sobre todo, con los ojos de la mente” (Ferroarotti, 2011, p.21).
Cuidaros!!!
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